PALABRA DE HONOR

Otro relato espeluznante, cierto como que estoy vivo, y escribiendo en mi ordenador. No es de rabiosa actualidad, se han dejado pasar meses, y que se produzcan hechos que vienen a corroborar su más estricta verdad. En un bar, de una población del Berguedà, hace meses. En una mesa, se sentaban a su alrededor: el padre de un hijo de puta. Una pintora muy resentida por todos los motivos imaginables, y amante de estar siempre cerca de lo, o que, ella cree el poder. Una alcaldesa. Y un lepón profesional, de arriba a abajo. En una mesa discreta, sin que nadie reparase en él, había por casualidad, una persona que era y es amiga mía, y por ende con muy buen oido, y ganas de colaborar. La conversación en la mesa, giraba al principio en torno de mi persona (por lo del hijo de puta), se explayaban todos por turno en criticar todo, des de la pintura, hasta mi enfermedad. Y en un momento determinado la alcaldesa dijo que lo que yo era, era una persona obsebsionada con el alcalde de mi pueblo. Corroborado ampliamente por cada uno (y una) de los presentes. Todo relatado ciertamente, por el casual testimonio. Lo que ellos no sabían, y no saben aún, es que a mi me importa cada uno de ellos mucho menos que la mierda que ayer pisé en la calle Consejo de Ciento en Barcelona. Igual que el alcalde. Aunque una tenga estudio, y algún otro un hijo de puta, también con estudio, no tienen ni idea de lo que mi psiquiatra, el más eminente en Europa, me dijo hace años: "Yo no he visto jamás a una persona inteligente estar obsesionada en nada". Y en mi caso concreto, lo de inteligente, a diferencia de todos ellos, y el otro, es evidente. Y si acaso yo perdiera prestancia y llegara a obsesionarme, solamente cabe en mi cabeza la PINTURA. Lo que se habló después, cuando dos se habían marchado ya; no soy yo quien tiene que relatarlo, solamente será explicado delante de un Juez, con los dos testigos correspondientes, y puedo asegurar que la jefa en la mesa, y el jefe en la ausencia, tendrán que pagar por unos ... muy graves. O sea fue el tiempo de O R M, y ahora hay que añadir J M H. La historia mía en Borredà, que aparentemente está estabilizada, controlada, y acabada. Señores Bloggers, está muy lejos de estar acabada, por decirlo todavía no ha empezado en serio. Palabra de Honor.